vago

la confusión se apodera de mis cosas, de mis ropas, de mis calcetines, de mi comida. de mis pasos. ya pocas cosas me pertenecen
a veces no se donde tengo que ir porque no sé donde tengo que estar, a veces pienso que así voy a desaparecer.
si desaparezco nadie me buscaría porque llevo tiempo perdido, tiempo sin nadie que venga a encontrarme.
me deje perder no para que me busquen sino para yo encontrar lo que no busco. a veces pienso que así voy a desaparecer
soy el dueño de mi mismo cuando tomo las decisiones, pero ya casi no hay cosas que decidir y ahí, así, donde yo más fácil me pierdo
mi mente se fuga hurgando en paisajes más inciertos, mis sueños son casi reales y puede que ahora este dormido diciendo esto.
algo me sorprende, la gente se queda en su sitio, las cosas nunca se movieron, nada fue real, aunque así lo hayamos querido vivir o cambiar, no me perdonen por decir esto, no es necesario.
yo lo sé porque llevo algún tiempo perdido.
a veces pienso que así voy a desaparecer
la confusión no me deja nada en claro, escribo por claridad.
si no, suelo delirar, eso no me ayuda, no sirve de nada. no sé lo que la gente busca. quizás no busca nada, no en donde se encuentran, el claustro del individuo adoptado, a su manera de voluntad, se encierra en el preambulo, de lo sin rumbo, sin sentido.

los veo vivir. los veo moverse, intentar ser felices, otros ni siquiera eso.
no sé donde están sus esfuerzos.
quizás ya esté desaparecido.
la confusión me deja a cargo de todo.
así siempre lo hace
con mis cosas, con mis ropas, con mis calcetines, con mi comida. con mis pasos
y es mi hora de decidir
a lo cual considero el irrefutable deseo de pereza hasta q las cosas se manifiesten de otra manera