ni un solo momento precede la eternidad. decir eso serìa como hacer prevalecer lo infinito cuando la verdad, cada momento vale por si solo la decisiones estàn echas para tomarlas o dejarlas no existe ningùn otro tipo de clase entre personas quienes toman quienes dejan un escritor en la penumbra puede esconderse a la deriva ser acribillado no hay ningun refugio para quien escribe ni las trincheras del encanto ni el subterfugio del apodo escribir es sellar el destino con tus manos no existe nadie, salvo nosotros espìas tras la persiana mirando el polvo danzar entre el destierto en un mar de sin respuestas que nos abren nuevos mapas el viento sopla, maulla entre la noche como un perro salido del infierno para vagar entre las calles de una nueva nueva york que està aquì entre santiago y talcahuano ya nadie quiere pelea en este lugar dejaremos como herencia un esforzado narcisismo para que lo adopten mentirosos màs mentirosos que nosotros y hagan de ello su orgullo y su sangre para luego tener como desangrarse si no bebe no moleste