bueno, estoy en un cibercafé, una costumbre que ya casi ni existe, y no es necesariamente que me acostumbre a ésto, la verdad es que ya soy un mortal como casi todos y lo de los cibercafés está de sobra, mas que nada me vine aquí en ésta ocasión porque mi novia no me contesta el telefono, aunque a decir verdad solo la llamé una sola vez, no soy mucho de molestar. Y bueno, uno podría pensar cualquier cosa si es que tu novia no te contesta, pero lo que a mí se me viene a la mente es que más que nada uno está solo en este mundo, y no es tanto por sentenciar las cosas, es evidente que si no me contesta ahora podemos hablar más tarde, no hay problema en ello, pero es distinto cuando quieres hablar con alguien y esa persona simplemente no está, acaso eso no sucede salvo más que por otra razón que la de recordarte que en éste mundo estás solo. Bueno, es así, incluso puedes sentirlo más si estás soltero, claro, que desagradecido soy yo, siendo que tengo novia y escribiendo en un cibercafé que no me ha contestado, pero la verdad no se trata de eso, vaya, todas las palabras que uno tiene que usar para escusarse, acaso estaré escusandome, mira, la verdad de las cosas es que si reconoces que estás solo puedes estar preparado para casi cualquier cosa, y si lo asumes, bueno, ya no dependes tanto de la gente, la verdad es que estamos solos, y lo que hacemos es compartir nuestra soledad, o algo semejante, muchos llevan su vida preparandose para conocer a alguien, y esa estupida preparacion no es otra cosa que la de compartir tu triste soledad, bueno, no te sientas tan triste, la idea de esto es que quisás somos bastante malos para normalizar la soledad, hemos depositado todo nuestro idealismo en una sociedad de la familia, de la hipersexualidad, de la fiesta y el viaje y un montón de charlatanería que divulgan y bombardean constantemente, para decirnos que tenemos que ser seres sociables y exitosos, pero nada de eso es cierto, aunque tengas la mejor novia del mundo joder, estamos solos, ya lo he dicho suficiente?, esque es la verdad, y lo mejor de todo, es que me gusta mi soledad, sé que con ella puedo escribir este tipo de basuras, puedo urgarme los mocos más profundos de mis recovecos cerebrales, puedo hacer lo que me plazca, y lo que más me place cuando estoy solo, es pasear, ir al parque y ver a la familia del pueblo compartir en el parque, ver como los padres preocupados de sus críos y los niños tan divertidos que invocan otro mundo, claro, yo no tengo nada de eso, pero observo, contemplo y en cierta manera, si lo distingo, si lo vivo, también me pertenece, desde mi soledad puedo compartir con cada sujeto de aquellas familias, puedfo compartir el poco tiempo que tienen para estar juntos, mientras el padre se mata trabajando y la madre a veces extraña cada poro de su piel, y yo soy testigo, testigo de aquel momento exclusivo, que tiene la familia obrera de tocar el cielo, de vivir la riqueza más inalcanzable del mundo, el amor de esa gente, lo llevo en cada paseo de mi solitario recorrido como un tesoro, y vivo mi historia junto al mundo, la verdad es que todos estamos bastante solos, tanto, que en nuestra singular ausencia compartimos desinteresadamente nuestras vida, a través de una historia subjetiva, que crece bajo el cabello de nuestras cabezas.