siempre nos acompaña algún errante recuerdo con cierta sensación de cuna
y hay veces que se olvidan los sueños, y el deprimente tic tac se vuelve el mentor de una caída en desenfreno
parece que un día en la ciudad nadie pudo dormirse y los ojos quedaron magnetizados al techo. nadie se enteró porque todos acostumbran a dormir en privado, salvo los más aventurados.
es también como el tío ése que descubrió como morirse con solo imaginarlo, y también, nadie lo supo, pero qué importa.
la custion es
que por muy incierto sea el futuro, siempre nos espera un pasado por delante, como dice y dijo un navegante (del cual no conocemos paradero), pero qué mierda importa eso no?
el mañana es ahora
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3 comentarios:
oie k bacan escribes
tenés razón nene
ENRIQUE...
NO HAY TIEMPO!
.
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